lunes, 16 de febrero de 2009

ADMIRACIÓN o EL TAMAÑO DEL AMOR



No sé el motivo.
Apenas leía . No más allá de algún relato infantil y la televisión llegaba timidamente con programas de entretenimiento y películas de la época.
Entonces me pregunto por dónde me llegó el interés por el antiguo Egipto, cuándo fue la primera visión que me llevó a imaginar con todo lujo de detalles paisajes que nunca antes había visto y por qué unas fantasías se iban deshaciendo dejando espacio a otras nuevas y sin embargo ese apego al mundo de los faraones permanecía estático, aferrado e invulnerable.

Temblaba. Hacía frío, pero yo sabía muy bien que ese no era el motivo.
Era demasiado grande la emoción, demasiada la satisfacción y tan intensa la inquietud, que casi rozando la lujuria me veía devorando cada detalle de ese trofeo colosal que tenía ante mis ojos.
El gran Ramsés.
Ramsés entre sombras en una noche nubia, clara y estrellada.
Solo una vez he llorado con alegría, solo una vez y fue a sus pies .
No pude contener el llanto, ahí estaba de nuevo, pero en esta ocasión sintiendo el frío de su piedra y contemplando su eterna sonrisa y su mirada lejana.
Aún después de los siglos su expresión refleja un sentimiento, una felicidad que su compañera, la inmortal Nefertari le transmite desde su cercanía, a solo unos metros como él proyectó.
A la entrada del templo de la reina hay una dedicatoria que dice: "Él ha hecho su monumento en honor de la Gran Esposa Real Nefertari, un templo excavado dentro de la montaña pura de Nubia, en bella piedra blanca de gres, una obra perteneciente a la eternidad para la Gran Esposa Nefertari, Amada de Mut, y por la que brilla el sol " Viva siempre eternamente en el corazón de su amado Ramsés, el Señor del Alto y del Bajo Egipto.

Con esta dedicatoria el Faraón inmortalizaba su pasión por ella . Esta admiración la puso de manifiesto otra vez , otorgando a la estatua de la reina el mismo tamaño que a la suya propia, algo poco frecuente en las esculturas egipcias.

Así hablaron los que de esto sabían : " Todas las representaciones de la soberana la presentan con gran majestad, ligera y dominadora a la vez. Los eternos detalles de Ramsés hacia su esposa favorita parecen haber sido buscados para poder inmortalizar así una unión total. Nefertari fue una reina muy amada a quien su real esposo quiso dar, en vida y en muerte, unos grandes privilegios, que hasta entonces sólo estaban reservados a los monarcas. ¿Cómo llegó a ésto? No podemos pensar que esta mujer consiguiera entrar en el corazón del hombre más poderoso de la tierra, simplemente siendo bella, (seguramente que la belleza abundaba en el harem de Ramsés), sino que debió de haber tenido un encanto muy especial, un saber estar y tratar a quienes la rodeaban, en suma muy inteligente y con una personalidad arrolladora. Por otra parte, Ramsés II ordenó construir en el Valle de las Reinas el sepulcro más bello jamás concebido para una esposa real, pues decidió que su cuerpo mortal pasaría junto a ella al reino sobrenatural para vivir unidos el resto de la eternidad. Ramsés honró a Nefertari de una manera excepcional.Vivió mucho mas tiempo que ella, y a pesar de que otras la sucedieron, accediendo al trono de Egipto, solo Nefertari ocupo el trono del corazón de Ramsés. "

Es una preciosa historia , por eso todos los tesoros que me brindó este país los relego al harén de las concubinas, objeto de mi deseo, pero en un segundo plano.

Ninguno me dio como ellos uno de sus amaneceres infinitos en mi soledad de cubierta. Envuelta en una manta no quise perderme el paso de la noche a la encendida sorpresa de verles aparecer de pronto, majestuosos, brillando con la primera luz del día. Adiós, pensé mientras el barco se alejaba, pero no es definitivo....es un hasta pronto porque volveré ....esperadme....y su silueta se fue perdiendo en la distancia hasta no quedar sino Ra , el Gran Dios, adorándoles con su luz.



Un sueño realizado y una promesa por cumplir. Algún día.

Juncal.

6 comentarios:

Nacho dijo...

Que gran historia de amor entre Ramses y Nefertari nos has relatado, el amor eterno.
Gran mujer debía de ser para que el Faraón la nombrara Diosa y la tratara por igual.
Él quiso, tanto en vida como en la muerte que ese amor perdurara y así poder contemplar juntos el amanecer en Abu Simbel eternamente.
El amor eterno.......... ¡¡existe!!
Ramses lo encontró.

Yo sé que existe.......

Juncal dijo...

Hola Nacho .

Es dificil mantener vivo el amor cuando se convierte en costumbre pero la admiración, ( como es el caso,) se convierte en alimento que hace mantenerlo en forma.
"Haz de manera que seas tú admirado y no lo que te pertenece."
Este es el quiz. Que te admiren por lo que eres, por como eres, no por lo que te adorna.
Ella debió valer mucho pues consiguó hacer durar esa admiración durante mucho mucho tiemppo.
Eso es casi un don.
Gracias.
Un beso
Juncal.

Alberto dijo...

Nunca he creído mucho en los grandes "gestos" de amor, como puede ser el Taj Mahal o el propio templo de Nefertiti.
Demasiado fácil para alguien con tantos recursos. Me conmueve la grandiosidad de la obra, pero no la intención.
Valoro mas las intenciones mas cotidianas, el hacer un zumo de naranja a alguien quien duerme aún, preparar la comida, ocupar cada minuto de la vida del amado/a con algo que se convierte en la prolongación de la propia vida. Quizá esos gesto existieron, pero no fueron lo suficientemente valorados por la historia para dejar rastro.

No dejo de alucinar con todo lo que se puede ver y palpar. Algo que nos dejaron para la trascendencia en la historia. Lo agradezco y lo disfruto, pero no llego a convertirlo en un gesto de amor o de pasión (aunque así lo fuese)

Un abrazo a ambos

Juncal dijo...

Hola Alberto.

Yo casi que también me apetece más el tema del zumito en vivo que la tumba, que ni voy a ver, ni voy a disfrutar.
Pero alguien tenía que haber que le diese importancia a los grandes gestos. Afortunadamente para nosotros que somos los que lo disfrutamos ahora, esas manifestaciones de amor nos han dejado maravillas para los sentidos.
Es de agradecer que se lo festejasen así.

Por otro lado, el toque "pastelito" es más como fantasía para el post que lo que sientes allí.
Es cierto que lloré ante Ramsés, pero por estar por fin delante y porque no me defraudó.
Vive Dios que no.
El problema cuando idealizas una cosa es que corres el riesgo de la decepción cuando lo consigues. Este no fue el caso.
Vaya rollo.
Muchas gracias
Un abrazo
Juncal.

Agustín Crespo dijo...

Me temo que las grandes obras no son una manifestación de amor, aunque perduren. Prefiero valores como la comunicación , comprensión, respeto,...Y te lo dice un sentimental. Un abrazo.

Juncal dijo...

Sentimental Agustín :

Lo primero, bienvenido.

Pero.... con la comunicación ya contaba, yo me encargo.
Con la comprensión, se intenta, y con el respeto se supone pues es consustancial al amor.
Y subo la apuesta y añado
es compartir, es entregar,es perdonar,es aguantar,es olvidar....
Y todo eso no vale una pequeña estatua?
Aunque sea imaginaria?
Es el mejor motivo.

Gracias de otra como tú.
Juncal.