Los más peligrosos son la humedad y la sequedad.
Y la sequedad el peor de los dos.
Un cigarro seco arderá rápidamente y el humo en la boca nos resultará ardiente y agresivo.
¿Es posible recuperar unos cigarros que estén secos?Si, y para recuperarlos debemos dejarlos durante varios días en un buen humidor de madera de cedro girándolos y desplazándolos desde los extremos del humidor hacia el centro.
De esta forma podrán progresiva y gradualmente recuperar gran parte de sus características.
El otro gran inconveniente es la humedad.
Una excesiva humedad asociada a una temperatura alta favorecerá la aparición del moho blanco.
Este moho es fácil de quitar, solo tenemos que pasar suavemente al cigarro un algodón o un trapo suave.
Pero debemos corregir este problema en nuestro humidor porque de lo contrario, si persiste dentro del mismo un exceso de humedad, el moho aparecerá de nuevo siendo lo más probable que los cigarros, dada su gran capacidad de absorción, adquieran un desagradable sabor y aroma a humedad y moho.
Si nos fumamos un cigarro demasiado húmedo tendremos problemas con el tiro, será muy lento e impedirá que el humo llegue bien a la boca.
Para evitar estos problemas lo más conveniente sería que conservaramos los cigarros en un "buen" humidor de madera de cedro.
Este tipo de madera aportará al cigarro un aroma agradable y dulce.
Otro problema con el que nos podemos encontrar son los olores.
Los cigarros son capaces con gran rapidez de captar cualquier aroma del ambiente.
Como dato anecdótico os comento que en las fabricas de tabaco está prohibido el uso de perfumes en los torcedores ya que la fragancia del mismo puede ser absorbida por el cigarro.
Por ultimo si dispones de humidor recordad que el índice de humedad en el interior deberá de estar alrededor del 69% y la temperatura ambiental no pasar de los 20ºc.
