martes, 8 de septiembre de 2009

DOCTORADO EN HUMOS Y EL JARABE DE CARACOLES.

Esta es la verdadera historia del estanco de la Caracola que fue fundado hacia el año de 1860 y situado en la calle Corrida, frente al cine Robledo.


Para hacer honor a la verdad la autentica historia está en la memoria de las personas que durante muchas décadas han vivido y regentado el negocio y también en la mucha y fiel clientela que han ido viviendo año por año la sucesión de generaciones de una familia estanquera que nada tiene que ver con sus recientes y actuales propietarios.

La verdadera fundadora del estanco fue Dña. Juana Glez. Granda, esta realizaba un jarabe para el catarro a base de caracoles por lo que la gente comenzo a apodarla La Caracola; apodo que heredaran sus sucesores, Juan, Remigia y Flor Mª del Rivero Glez-Granda.

Al morir Dña Juana el titulo paso a manos de su hija Remigia pero al no tener descendencia el titulo lo heredó Dña Flor Mª que fue la segunda y más conocida Caracola ratificando el apodo al haber tallado el arquitecto Antonio del Busto, (hijo de Manuel del Busto arquitecto durante la construcción del Centro Asturiano de la Habana en la Habana), en la casa del doctor D.Cesar Alonso, un caracol con los cuernos apuntando hacia el estanco.

Había tres herederos, D.Pedro(abuelo de la actual propietaria), Dña.Juanita y Rogelio(mi abuelo).














Fue solo Rogelio quien se dedicó en cuerpo y alma al negocio de su madre dándole el empujón definitivo para hacer de él una institución y un punto de encuentro de amigos y clientes.
Su esposa Marina y su hija Mª Flor(mi abuela y mi madre) y posteriormente yo, seguimos regentando el estanco durante casi una vida para unos titulares que no supieron lo que era este negocio, ni de sus historias, ni sus tertulias.

Un buen día de golpe y porrazo nos lo quitaron amparandose en la legalidad de la titularidad que ellos poseían.

Pero....así es la vida.

9 comentarios:

Fatima dijo...

Joder!, pues no me esperaba yo este desenlace. Leía tu post y me iba enganchando en esta historia de humos (me venía a la cabeza, no sé porqué, alguna historia de García Marquez :)), pero veo que el tema de las herencias es jodido en todas partes.

Un abrazo, Nacho

Javier Martín Alvarado dijo...

Cuba... un mundo dentro de otro, con sus cosas que tu nos cuentas.
En todas partes surgen historias que relatar y tu lo haces agradablemente.
un beso

Nacho dijo...

Ninguno de los hermanos de mi abuelo se interesó nunca por el estanco, tenian una categoris social que no iba acorde con eso de vender cigarros y cerillas.
Pasados los años y cuando las necesidades aprietan se dan cuenta que ese negocio puede dar buenos beneficios.
¡A por el!
Entraron a saco.
Por cierto ¿sabes quien se encargaba de mi bisabuela?
Pues si, vivia con mi abuelo.
Besos.
PD.
Oye, el jarabe ese de caracoles igual es bueno para la gripe aviar.Voy a preguntarle a mi abuela a ver si ella sabe cual es la receta.

Nacho dijo...

Muchas gracias por tu visita Javier.
Me alegra que te haya resultado agradable mi forma de contar historias.

Un abrazo, el beso lo dejamos para más adelante, cuando haya más confianza :))

Juncal dijo...

Pero a esa legitimidad se agarró esta generación que no sé por que tiene menos escrúpulos,
Todavía me acuerdo como los anteriores juraron mantener o más bien respetar las voluntades de sus mayores.
Tengo grabada la frase : " Tranquilos que a mi padre se le revolverían las tripas en la tumba si os tocamos un pelo de el negocio "...
Y los de ahora...pero bueno, cosas del alcohol que anestesia los remordimientos... :-(
Que mala soy.

Nacho dijo...

Cierto es, lo de las voluntades, la tranquilidad....etc.
Por cierto tranqulidad viene de tranca¿no? :o

Besos.

Juncal dijo...

Pues me temo que en este caso ... sí.

Alberto dijo...

Deberían existir derechos de posesión nada mas por la dedicación a un trabajo o negocio de por vida...quien si no engordaba el caballo sino los que lo alimentaban?
Claro, esos derechos son válidos moralmente y se sabe que la moral es muy discutida entre algunos...:-)
Me chifla la foto del estanco...casi siento el aroma de tabaco familiar.
Un abrazote

Nacho dijo...

Pues si, Alberto, una cosa es lo legal y otra la moral.
En este caso se aferraron a la legalidad para justificar la inmoralidad, pero ante la justicia(antigua Tabacalera)solo valia quien era el heredero principal, siempre el hermano mayor.
Desgraciadamente mi abuelo era el más pequeño.
Respecto a la foto del estanco te voy a contar una anecdota de cuando era muuuuuuy pequeño, many years ago.
Solia meterme en el escaparate de la derecha, el que esta encima del 600, me ponia de espaldas a la calle con un cartel mal escrito en mi espalda que decia:"SE VENDE".
Cosas de niños.

Abrazos.