A los que Dios no nos dotó de una inteligencia superior nos proporcionó otras cualidades.
A mi, en particular, las manuales.
Creo que soy bastante habilidoso con las manos.
De siempre se me dieron bien los trabajos manuales, en el colegio debía ser una de las pocas asignaturas que no me costaba trabajo aprobar.
Como ya sabéis, pronto comencé a trabajar en el negocio familiar(estanco) hasta que sucesos, medio imprevistos
, hicieron que con algo mas de 30 años me quedara en el paro.
Una persona me recomendó que hiciera un cursillo del Inem, y así fue.
Me apunte a un curso de 860 horas.
Caldereria industrial, me dijeron que no era muy complicado y era posible salir del cursillo con trabajo.
Pero la realidad era otra, tras muchos años sin pasar por mis manos un libro de estudio, en el curso había mucho dibujo lineal, matematicas(aish), interpretación de planos, diseño de piezas en papel, puntear la chapa, cortarla, doblarla, soldarla....hasta por fin tener la pieza realizada y la verdad no se me daba nada mal.
Como veis trabajo manual, excepto las mates(esas siempre las tuve atravesadas).
Pues bueno, todo este rollo de mi vida para comentaros que las colecciones de vitolas, herencia de mi abuela en vida (aún vive) y que yo poco a poco fui completando, fue gracias a esa habilidad manual que poseia.
Tenía varias opciones para coleccionar vitolas:
A) Fumar muchos puros coleccionando las vitolas e intercambiar las repetidas, vamos como los niños con los cromos de fútbol.
B) Trabajando en un estanco y en una época en que los cigarros canarios Alvaro tenían una venta muy buena, podía pedir las vitolas a los clientes que no coleccionaban.
C) La vía rápida.(opción elegida)
Las cajas de cigarros venían presentadas envueltas en un papel de celofan transparente y ahí es donde mis habilidades manuales entraron en juego.
Con sumo cuidado despegaba el celofan por el lateral de la caja, desde el extremo opuesto empujaba la misma hasta que salia por completo, abría la caja facilmente, ya que al venir envueltas en celofan no tenían ningún tipo de precinto que se tuviera que romper.
A continuación sacaba la vitola, la examinaba y si no la tenía la sustituía por otra que tuviera repetida.
Metía la caja de nuevo en el celofan y la pegaba con cola.
Creo que nadie nunca, se dio cuenta de esta pequeña e inocente trampa.
Vitolas conmemorativas
Hace unos años dejé de coleccionar pero entre las que tengo colocadas en varios albumnes y guardadas en carpetas, poseo unas 2500 vitolas aprox.
En una ocasión os hablé de una marca de puros de la República Dominicana, Davidoff.
Hoy os he comentado sobre las vitolas de mi colección de cigarros de procedencia Canaria, pero como el blog se trata del Viaje del Habano os dejo con una muestra de vitolas cubanas.(tambien de mi colección)
Espero que os gusten.